Harry se preguntaba por qué la mayoría de jugadores sénior que entrenaba tenían muchos problemas de fundamentos del balonmano: técnico-tácticos-estratégicos.
Muchos entrenadores identificaban el problema y lo compartían. Pocos daban soluciones.
En el bar, todo parecía muuuy fácil.
Harry – La mayoría de problemas que a día de hoy debía solucionar, se podrían haber ahorrado si hubieran tenido una formación deportiva de calidad – exclamó en una conversación en el bar con
Jack – Yo me dedico a los buenos, los malos, si quieren algo, que mejoren… y sobretodo, que no molesten – contestó contundentemente
¿Qué estaban haciendo mal en su club?
¿Qué se hacía mal, en general, en el balonmano base?
¿Por qué los jugadores llegaban con tantas lagunas a categorías sénior?
Por suerte, apareció en la conversación Gery, se hizo el silencio y el coordinador del club les comentó:
Gery –
- Aprender rápido suele ir en paralelo a no retener el aprendizaje.
- Aprender mucho suele ir a la par de olvidar rápido.
- Aprender rápido y mucho, es el sueño de los entrenadores, se transforma en nuestra pesadilla al cabo de unas semanas.
O ya no os acordáis como vosotros cuando entrenadores de iniciación
Gery había ayudado a crecer como entrenadores a Jack y a Harry cuando empezaron como técnicos de balonmano… y ambos le tenían un enorme respeto. En aquél momento de la conversación, tanto Jack como Harry ya tenían una cierta trayectoria com entrenadores.
Gery continuó:
Gery – Esta realidad se suele ver en los equipos de base. Se procura aprender mucho y rápido sin darnos cuenta de lo que realmente se retiene para pasar al siguiente nivel. Hay jugadores que sistemáticamente, entrenamiento tras entrenamiento, no aprenden lo que deben. Apenas participan en los entrenamientos.
Harry – Otros jugadores, sistemáticamente cometen los mismos errores hasta que el error forma parte de sus habilidades inconscientes.
Jack – Se convierten cada día en peores jugadores.
Gery – Pasan entrenamientos, pasan semanas, pasan meses, pasan años… y algunos siguen sin apenas mejorar porque participan poco, otros progresan erróneamente y sobretodo se vuelven expertos en repetir sus errores.
Harry – Al cabo de 5 o 10 años de práctica, tenemos lo que hemos trabajado.
Jack – Jugadores con lagunas terribles, que de sénior tenemos que olucionar porque de más pequeños no lo han aprendido
Harry – exacto, algunos entrenadores, con las prisas de que aprendan mucho y rápido,no hemos atendido, me incluyo – concluyó Harry entonando el «mea culpa»
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Pero ojo quierido lector. Ahora te hablo a ti:
Te planteo una situación que seguramente has vivido por un lado o por el otro…
Imagina que ahora mismo dejas el equipo que tu entrenas y viene un entrenador nuevo la temporada que viene…
El nuevo entrenador, cuando coge el equipo que tu entrenas se pregunta a él mismo:
- ¿Cómo es posible que no dominen aspectos básicos del juego?…
- ¿Quién ha entrenado a estos jugadores?
- ¿No te lo han enseñado antes?
- ¿Qué entrenadores han tenido?
Y efectivamente, se lo han enseñado, pero no lo han aprendido…
Si este nuevo entrenador, se sienta un día contigo y comenta la jugadoa, es decir, estas preguntas las comparte contigo, estoy convencido que hay muchas cosas que ves que tus jugadores no saben hacer… y seguramente tú les has repetido en multitud de ocasiones… y las has trabajado, y continúan sin saber hacer…
Por lo que en la manera (no solamente de cómo se senseña) sino de cómo aprenden tus jugadores está la clave. En el proceso enseñanza/aprendizaje.
Manipular cómo aprenden los jugadores depende de muchísimos factores, la mayoría no están en nuestra mano… por lo que es nuestra obligación:
- Facilitar que aprendan a aprender de la manera que nos parezca más útil según nuestro estilo pero desde su mundo (su manera de aprender).
- Paralelamente adaptarnos a su manera de aprender a la hora de proponer las actividades de entrenamiento y mejora
Antes de seguir te presento 2 cuestiones a tener en cuenta:
- Autoaprendizaje
- ¿Ese jugador/a sabe aprender por él mismo?… no si a estas alturas debería saber
- ¿Alguien ha enseñado al jugador a aprender por él mismo? ¿Y si le han enseñado, el jugador ha aprendido?
- Hacer reflexionar a los jugadores
- ¿Tú puedes enseñar (al jugador que no sabe hacerlo? a aprender por él mismo?
Claro:
la manera de entrenar a menudo es enseñar toda una serie de técnicas y posibilidades tácticas por separado para que después, el jugador las aplique en el juego… como si esto que acabo de decir, fuera tan fácil…
Por favor… es que también hay que enseñar lo otro, es decir, a cómo aplicar cada opción en cada momento… y claro, hacerlo sin conextualizarlo, es una utopía…
Queremos jugar tácticamente bien cuando preferentemente entrenamos situaciones técnicas
Queremos que técnicamente seámos buenos cuando no practicamos las técnicas de maneras diferentes… ni con variedad… simplemente repeticiones sin integrar la táctica…
Si el gesto está bien, el jugador ya tiene la técnica, si tiene la técnica ¿el jugador tiene la habilidad de utilizarla en el juego de manera óptima?
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La solución perfecta
No existe.
Pero algo podemos hacer.
Qué pasaría si en un equipo de iniciación, en cada entrenamiento, cada jugador tuviera un objetivo de ataque y uno de defensa, exclusivos para ellos… y se centrara exclusivamente en ese objetivo en una tarea diseñada para él (y/u otros compañeros).
5 minutos en cada entrenamiento. 10 a la semana. 40 al mes. Quizás al final del entrenamiento, o al principio, a modo de calentamiento físico y mental.
Podríamos añadir una reflexión sobre su evolución en ese aspecto, algo que le facilite tomar cierta conciencia para hacerlo mejor cada día. Sin darle demasiadas vueltas, simplemente para que fluyera su aprendizaje, para motivar.
Fluir (flow) – Aprendizaje – Motivación
Por un lado, hay que respetar los ritmos individuales, pero por otro lado, al tener que realizar situaciones para jugadores que van a mayor ritmo, nos olvidamos de los que no aprenden igual. No solamente es el ritmo, sino la manera que cada jugador tiene de aprender…
Uno de los peores errores que cometemos los entrenadores es hacer y decir lo mismo para todos… Sí, sí, ya sé que es imposible hacerlo de manera individualizada, pero nos debemos aproximar a hacerlo…
La paradoja en tu equipo: grupo homogéneo o grupo heterogéneo
Hay jugadores que arrastran déficits, y aunque ellos mejoren, el resto de compañeros también mejoran, por lo que se mantienen por debajo del nivel de equipo de por vida… y eso no es malo ni bueno, es así.
Grups homogéneos
Contemplo dos posibilidades si se quiere revertir la situación (cuanto antes mejor) para hacer que los que tienen menos nivel se igualen:
- un trabajo extra en ese sentido (fuera de las horas de entrenamiento conjunto), pueden hacer que se llegue al mismo nivel
- un trabajo de calidad máxima dentro de los entrenamientos para aprender más rápido que los demás y ponerse a su mismo nivel, exigirá un extra de concentración en las tareas
Para poder empezar a oler la posibilidad de cambio y en consecuencia de éxito es indispensable una
ALTA DOSIS DE MOTIVACIÓN.
La solución es compleja y difícil, por lo que la simplificación puede ser un buen aliado. Algo como tener espacios de entrenamiento para ir trabajando los déficits, de manera sistemática, puede facilitar que cada uno vaya aprendiendo.
Grupos heterogéneos
Y paradójicamente, ¿sería interesante hacer lo mismo con los que tienen más nivel para que también mejoren?
Es decir, que todos los jugadores puedan subir su nivel… aunque si lo hacemos, volveremos a tener niveles heterogéneos… hahaha
¡Esto es un nunca acabar! ¿Entonces qué queremos?
Conclusión
Posible solución:
- Facilitar que cada jugador pueda mejorar de alguna manera
- Crear retos/tareas/actividades para potenciar las posibilidades de cada jugador de manera individualizada
- Aprender a dominar el arte de utilizar grupos homogéneos y heterogéneos. Aceptarlo como realidad
- Formarse y mejorar las herramientas como entrenador.
¿Fácil? No.
¿Útil? Está por ver si lo haces.
¿Necesario? Sin duda, para evitar frustraciones y seguir avanzando.
Pero ahora queda otra cosa importante: ¿cuáles son los fundamentos del balonmano? Y no me refiero a saber las reglas del juego… los fundamentos que nosotros llamamos el A-B-C del balonmano, más allá de saber pasar, lanzar, fintar sin oposición, sino saber:
interpretar el juego y jugar con inteligencia con una buena disponibilidad y variedad de recursos
Queda mucho trabajo por delante, pero como decía mi madre tirando del refranero:
“a grandes males, grandes remedios”
Mercè Moya
¡Ahora te toca pasar a la acción!
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