¡Horror! ¡No jugamos a nada! Parece como si los jugadores se hubieran olvidado de jugar a Balonmano. ¿A qué se debe?
¿Será un virus que ha entrado en la mente de los jugadores del equipo y ha borrado todo lo que hasta ese momento han aprendido?
Acabó el partido y antes de entrar en el vestuario, Harry se sentó cabizbajo en el banquillo.
En sus reflexiones no encontraba una respuesta clara sobre las posibles causas de tal desbarajuste… desde un par de jornadas atrás sentía una sensación de equipo descoordinado y no podía encarrilar la situación… Aquella noche durmió poco.
Después de ver pasar en sus sueños
(PERDÓN)
Después de ver pasar en sus pesadillas, una vez y otra, las peores imágenes del partido, al día siguiente se despertó con dos ideas que le retumbaban continuamente en la cabeza…
– Ahora lo tengo! – exclamó – No jugamos en equipo porque:
- Hay jugadores que realmente no saben qué tienen que hacer
- Hay jugadores que no hacen lo que saben
¡Necesitaba urgentemente una auditoría de juego!
Saber, a nivel táctico, qué saben realmente los jugadores del equipo.
Debía preguntar a cada miembro del equipo, uno a uno.
¿Conocen los principios de la táctica que aplicamos en nuestro equipo?
¿Ven todos los jugadores las mismas opciones delante de las mismas situaciones?
¿Saben las jugadas que tenemos: los inicios, las continuidades…?
¿Dominan el sistema de juego en cada fase del juego? ¿Defensa, contraataque, ataque, repliegue?
Era imprescindible hacer un examen de conceptos.
Harry quería jugar con su equipo con un estilo que implicaba la coordinación de todos los jugadores. Simplemente si un jugador no sabía su función, la estrategia caería como un castillo de naipes.
Como entrenador atisbaba numerosas razones por las cuales los jugadores no respondían en la pista tal y como el equipo necesitaba.
La primera era porque no habia buena comunicación entre ellos. Si un jugador quería coordinarse con otro, y no se ponían de acuerdo en el momento o en la acción a hacer, era imposible.
En algunas ocasiones, el central mandaba una jugada y algunos jugadores no se enteraban, no estaban atentos a las instruccions que se daban…
En otras ocasiones, el central solamente daba la información a unos pocos jugadores y a otros no…
También solía pasar que la información no corría de unos a otros como era de esperar, se rompía la cadena de información y el resultado es que unos jugaban a un cosa y otros a otra…
Había, además muuuuchas otros motivos por los que el equipo no jugaba como era deseado a parte de la falta de comunicación, por lo que…
Harry se presentó al siguiente entrenamiento con unas hojas de papel en las que había preparado unos campos de balonmano
Como la que puedes descargar aquí por si te interesa hacer la misma dinámica.
Harry preguntó varias de las acciones de juego a los chicos de su equipo, y a los 15 minutos ya tenía cierta información que le ayudaría a saber qué pasaba en su equipo.
Apúntate a la lista para recibir 3 e-mails cada semana
Durante aquella semana se tomó la molestia de hacer reuniones individuales con todos ellos y a continuación te voy a explicar qué pasó en algunas de ellas:
Entrevistas con jugadores:
Los jugadores que no saben lo que tienen que hacer:
Adam
Adam, era un jugador joven que se había perdido algunos entrenamientos a causa de una lesión. Realmente, después de hablar con él, Harry constató que no sabía algunas de las acciones de juego que el equipo desarrollaba en entrenamientos y partidos.
Como no debía intervenir mucho, ese detalle había pasado inadvertido a Harry. Bueno, “detalle” es un decir… un músico que no sabe la partitura, que solamente se sabe trozos de algunas canciones… no atina con el ritmo, no entra en los momentos que debe, confunde los acordes, cambia las notas y su duración, pues no es un detalle menor, la verdad…
Por lo menos sabía que había partitura, es decir, que hay que hacer algo para jugar en equipo.
Harry recordaba el caso de un jugador que simplemente jugaba, sin partitura, sin jugar en equipo… como si tocara una canción sin escuchar al resto de la banda… recibía el balón y hacía algo, sin apenas consciencia colectiva…
pero no era la situación de Adam, que era más bien tímido y no se atrevía a preguntar sobre cosas que se daba por sentado que debía saber… menos mal que al preguntarle había admitido que no conocía el sistema de juego. Debía ponerse las pilas: entenderlo y estudiarlo.
Bruno
En cambio, tuvo una entrevista con Bruno que era un chico inteligente, lo suficiente como para hacer cosas sin saber exactamente por qué las hacía. Las imitaba y ya está. Daba el pego.
Reproducía lo mismo que hacían sus compañeros y tomaba algunas acertaba en las decisiones en muchas ocasiones. Solamente él podía saber que era fruto de la suerte. Aunque Bruno no tenía claro en qué momento debía tomar cada decisión, eso era debido a que no entendía el por qué debía realizar una acción u otra, no sabía la intención que había detrás.
Tenía el virus del Parendizaje.
Sí, sí, Pa-ren-di-za-je.
Parendizaje, se define como aquella situación en la que una persona parace que ha aprendido algún concepto, habilidad o valor, pero no lo ha hecho. Es un juego de palabras entre la palabra aprendizaje y parecer… que utiliza las mismas letras que el sustantivo «aprendizaje» pero que obviamente no tienen el mismo sentido. El Parendizaje es parecer que sabes una cosa, pero no la sabes.
Josep Espar Moya
Los jugadores que no hacen lo que saben:
César
La primera entrevista fue con César y puso sobre la mesa una serie de problemas de naturaleza diferente.
Sabía levemente lo que se tenía que hacer, tenía una idea vaga. Ahora bien, no sabía con detalles lo que debía hacer en cada momento.
Además, el aprendizaje no estaba suficientemente instaurado en su esquema mental y motor, con la robustez necesaria para realizar una conducta adaptativa en cualquier momento.
Sabía lo que tenía que hacer, pero no lo dominaba… en situaciones de estrés o en situaciones cambiantes, no era capaz de adaptarlo. Si tenía que poner su atención en interpretar la acción, no recordaba lo que tocaba hacer en aquél momento para jugar en equipo ni como hacerlo, no dominaba la respuesta a dar en cada momento.
David
A continuación, la charla con David puso a relucir la dispersión de la atención que tenía y que le provocaba que no estuviera concentrado en el juego. Se despistaba.
Sabía lo que debía hacer, pero se acordaba de ellos de manera intermitente. No conectaba la situación con la respuesta. No identificaba la situación.
Debía aprender algún tipo de rutina para estar puesto en los ejercicios, en los entrenamientos y en los partidos. Para adquirir el hábito…
Él estaba en la pista, esperando aprender pero sin implicarse, esperando a que el balón le llegara para intervenir. Pensaba que se le iría pègando el aprendizaje.
Pero cuando el foco de atención estaba sobre él… entonces le venían las prisas: ¿qué tengo que hacer ahora? no me he enterado… y se ponía muy nervioso cada vez que tenía que coger el balón y hacer lo que todos esperaban que hiciera (o una variante de ello, vaya…).
Éric
La siguiente charla fue en otros sentido. Para Éric, el problema era diferente. Físicamente era un cero a la izquierda. No hacía lo que tocaba porque estaba muy mal físicamente. Simplemente no llegaba el primero. Había estado mucho tiempo sin poder entrenar, y quería pero no podía.
Frank
El caso de Frank era que no tenía el dominio técnico que requería las decisiones que era capaz de tomar. Sabía perfectamente la solución ideal en cada caso. Incluso la podía explicar al detalle. Pero su cuerpo no le acompañaba.
¡Cuántos problemas para un entrenador de balonmano! ¡Y cada problema para el entrenador era diferente!
… ¿y ahora qué? ¿Debía empezar de 0?
Harry decidió organizar todos los errores que habÍa detectado, e hizo dos listas:
¿Puedes ayudarlo a encontrar soluciones?
Una vez conocida la raíz del problema, se disponía a buscar soluciones… Pero había algo más… que todavía no tenía detectado… requería hacer una llamada a su amigo Nick (que era Psicólogo Deportivo) para poder tener un intercambio de opiniones…
Apúntate a la lista para recibir 3 e-mails cada semana
Quería tener conocimiento sobre cómo darle la vuelta a la situación…
El comodín de la llamada
Harry cogió su móvil y llamó a Nick:
Harry – Hola Nick, ¿cómo estás? – preguntó cortesmente Harry
Nick – Hola Harry – contestó
Harry – Tienes un momento para mí… es que estoy bloqueado con un tema… mi equipo no juega a nada y tengo dudas en cómo afrontar este problema… creo que tengo una serie de medidas a tomar con los jugadores que me pueden venir bien… pero noto que me falta algo… como cuando baila una pata en una mesa para tener la estabilidad necesaria para solucionarlo…
Nick – Pues cuéntame, precisamente me has cogido en un buen momento…
Harry – Mira, en los últimos partidos mi equipo no juega a nada, y he estado indagando sobre los posibles motivos… y he encontrado algunas opciones pero creo que no van a resolver el problema del todo… he hecho un listado de aquellas cosas lo han provocado y me han salido dos ideas:
- los jugadores no saben lo que tienen que hacer, y
- los jugadores no hacen lo que saben…
de momento con esto estoy avanzando en los entrenamientos, pero siento que falta algo… puedes ayudarme desde tu conocimiento de la Psicología del Deporte…
Nick – Buen trabajo Harry, realmente es fundamental entender con qué recursos cuentan los jugadores para afrontar las situaciones colectivas, pero te has preguntado si ellos creen que ya lo están haciendo bien… es decir, si los jugadores creen que ya están haciendo lo que les pides, mejor dicho, lo que deben hacer para jugar en equipo…
Harry – Vaya pregunta envenenada Nick, en eso no había caído
Nick – Pues lo que quiero decir es que a menudo los jugadores tienen una imagen distorsionada de lo que hacen. Es posible que internamente sientan que están haciendo realmente lo que les dices, y no lo están haciendo… ellos sienten que están haciendo un esfuerzo que tú no ves…
Harry – Eso explicaría por qué cometen el mismo error una vez tras otra… quizás es porqueque ellos creen que ya lo están haciendo bien…
Nick – Exacto, en su cabeza, están en lo correcto, pero si se pueden salir de ella y verse desde fuera, se darán cuenta…
Harry – Creo que tengo una buena idea – dijo en voz alta mientras pensaba grabarlos en vídeo durante los entrenamientos para que se vieran al instante.
Nick – y quizás en otros momentos te puedes dar cuenta si lo que no quieren reconocer es que han hecho algo mal… y que no es culpa suya y eso les bloquea… algo tan estúpido como no querer darse cuenta, ya que les rebajaría la autoestima… por ello hay que tener mecanismos y andar con pies de plomo…
Harry – Claro, a veces me puede el pronto y tiro por los suelos las correcciones.
Nick – Pues está claro…
Harry – Sí, e incluso ahora me vienen a la cabeza el entrenamiento del martes pasado donde Gymmy me comentó que estaba haciendo lo que yo le habñia pedido que hiciera exactamente, el tema es que lo había entendido al revés… exactamente al revés de como lo tenía que hacer… es decir, que lo hacía sin lógica, es una manera de no hacer lo que toca porque no lo entiende…
Nick – como ya te habrás dado cuenta, la mayoría de las veces, no hay una sola razón por la que no jugamos en equipo… ni a nivel colectivo, ni a nivel individual… se trata de ir buscando soluciones y prevenir las diferentes opciones…
Harry – Suena bien, la receta sería la utilización de divrsos recursos a la vez… la mayoría de las veces es mejor hacer un plato mezclando diversos ingredientes tienen mejor resultado que un plato con un solo ingredientes… Ahora tengo mejor sabor de boca incluso
Nick – Jejeje exacto, quédate con un buen sabor de boca de los ingredientes bien combinados…
Harry – Querer solucionarlo todo tocando una sola tecla no me va a servir, debe existir una intervención desde diferentes ángulos…
Nick – Exacto, multidimensional, multilateral, multifactorial… llámalo como quieras…
Harry – Gracias por tu tiempo, de verdad!!
Nick – Un placer, tus problemas me inspiran para superar nuevos retos….
Harry – Pues hasta la próxima!
Nick – Hablamos!
Conclusiones
Harry colgó la llamada y se apresuró a escribir un resumen de lo que habían hablado.
- Los jugadores creen que ya lo hacen bien
- Porque no se dan cuenta de lo que hacen, no tienen una imagen bien definida de lo que hacen
- Porque tienen una idea equivocada de lo que tienen que hacer y por eso no lo hacen… es otra manera de no saber lo que tienen que hacer
- Porque se dan cuenta pero su ego no les permite y el impacto emocional no les permite admitir que lo tienen que hacer diferente, ellos lo viven como que lo han hecho mal, no lo han hecho bien
Se preparó un café, recopiló las ideas que tenía en mente, y las ordenó:
Bueno, no tenía la verdad absoluta… ¿y quién sí?
Pero tenía en su mano múltiples recursos para hacer que su equipo jugara mejor en equipo. Podía oler al momento dónde estaba el error del equipo de manera instantánea, y sabía que
Hay soluciones que se pueden aplicar al instante (cambiar detalles) y hay soluciones que necesitan de más tiempo (comprender, entrenar, dominar).
Cuando conoces el camino, ahora un factor a tener en cuenta es el tiempo del que se dispone y aceptar hasta donde se puede llegar…
Harry solía preparar con anterioridad los entrenamientos, llegaba al pabellón después de haber pensado sobre los conceptos, los ejercicios y con una imagen mental clara de lo que debía pasar en el modelo de juego. Todo estaba en su cabeza (y en su haja, escrito)… exacto… en su cabeza y en su hoja… pero no en la cabeza de los jugadores.
A menudo, sus explicaciones se saltaban la primera parte de contextualizar lo que iban a hacer… empezaba con los ejercicios para entrenar las diversas partes del modelo de juego sin haber explicado antes, en qué situaciones del juego se iban a dar… de manera que los jugadores no sabían exactamente para qué, ni cuando, iban a necesitar dominar la técnica y la táctica que estaban entrenando.
¿Cómo entrenar la táctica colectiva con el equipo a partir de ahora?
Harry se dio cuenta que era fundamental hacer una contextualización antes de empezar el entrenamiento, ver en global lo que se debía conseguir y entender para qué (dónde se podían conseguir ventajas favorables).
Era imprescindible que antes de trabajar las partes por separado y de manera más analítica, los jugadores tuvieran una visión global del objetivo del ataque y de las principales variantes. Primero entender desde la globalidad y después trabajarlas de manera concreta.
Después de practicar de manera reducida (con el objetivo de tener más repeticiones) las diferentes partes del modelo de juego, se debía probar ahora en situaciones reales (ataque-defensa, partidos)…
- Contextualización – global 6×6
- Trabajo por grupos – Grupos reducidos 2×2, 3×3, 4×4
- Situación real – 6×6 y partidos con reglas
Harry debía cambiar parte de su metodología y entender que quien debe tener claras las cosas, antes de empezar, a parte de él, son los jugadores:
LOS JUGADORES DEBEN TENER LA IDEA EN LA CABEZA ANTES DE EMPEZAR. DEBEN ENTENDER PARA PASAR DEL PARENDIZAJE AL APRENDIZAJE
Apúntate a la lista para recibir 3 e-mails cada semana